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El empleo en empresas privadas de Estados Unidos creció en mayo a su ritmo más lento desde el inicio de la recuperación tras el desplome que trajo la pandemia de covid-19, al sumar 128.000 nuevos puestos de trabajo respecto al mes de abril.
Así lo apunta el informe mensual sobre empleo que publica ADP, una de las mayores gestoras de nóminas del país, que no incluye los datos del empleo público y cuyas cifras suelen variar ligeramente respecto a las que publica el Gobierno de Estados Unidos.
«Sobre el fondo de un mercado laboral ajustado y una inflación elevada, el aumento de puestos de trabajo mensual se encuentra más cerca de los niveles previos a la pandemia», dijo la economista jefa de ADP, Nela Richardson.
A la gestora le preocupa, sin embargo, la situación de las pequeñas empresas (de hasta 49 trabajadores), que han perdido 91.000 puestos de trabajo este mes.
Las pérdidas se compensan por un aumento del empleo en las empresas medianas (hasta 499 trabajadores), que suman 97.000 puestos de trabajo, y en las grandes (más de 500 trabajadores), que suman 122.000 empleos nuevos.
El mayor aumento se produce en el sector servicios, donde se han sumado 104.000 empleos, la mayoría de estos en Sanidad (41.000 empleos nuevos).
La cifra de crecimiento de empleo privado publicada hoy es la menor desde que comenzó la recuperación económica tras el desplome del empleo en abril de 2020 por la pandemia de covid-19, sin contar diciembre de 2020, cuando se perdieron 123.000 puestos de trabajo.
Los datos de este jueves coinciden con un período de incertidumbre por el aumento de la inflación, con la Reserva Federal subiendo gradualmente los tipos de interés para tratar de poner coto al aumento de precios y el miedo a que la mayor economía del mundo se encamine hacia una recesión.
La Administración de Joe Biden suele mostrar su buena gestión económica, citando los buenos datos del mercado laboral y el bajo desempleo, en torno al 3,6 %.
Sin embargo, la alta inflación le está pasando factura, ya que la mayoría de estadounidenses considera el alza de los precios como el mayor problema al que hace frente Estados Unidos en este momento, según un estudio del Pew Research Center de mayo de este año.
Biden ha declarado que parar la inflación es una de sus mayores prioridades en este momento.