Por Amy Goodman y Denis Moynihan. – La tradicional competencia política entre demócratas y republicanos en Estados Unidos está siendo suplantada por una confrontación más sustancial entre los defensores de la democracia y quienes se autodenominan “patriotas” al tiempo que promueven el autoritarismo. El Partido Republicano, que está cautivo del culto a Donald Trump, intenta abiertamente subvertir las elecciones. En alianza con grupos civiles armados, el Partido Republicano y sus partidarios están tratando de torcer o romper las instituciones gubernamentales de Estados Unidos.