Medio Ambiente

No más prima donnas de la contaminación

Por Javier Sierra

La industria de combustibles fósiles se comporta como la prima donna de la economía nacional. Sin importar las consecuencias catastróficas de sus actuaciones, la administración Trump sigue premiándola con ramos de rosas.

El Corredor del Canal Naviero de Houston bajo el manto tóxico del incendio de ITC – Bryan Parras/Sierra Club

Las comunidades hispanas que sufren las consecuencias de estos desastres, en cambio, solo reciben las espinas.

Un claro ejemplo son los barrios hispanos de Houston —Pasadena, Deer Park y Manchester— que recientemente han sufrido de primera mano varios desastres petroquímicos. El más grave fue el incendio en una instalación de almacenaje de ITC que emitió enormes cantidades de sustancias tóxicas al aire y las vías acuáticas colindantes. Decenas de familias, en su mayoría hispanas, sufrieron los efectos tóxicos de venenos como xileno y benceno.

Este abuso es una plaga nacional. En los dos últimos años han ocurrido decenas de desastres petroquímicos similares, al mismo tiempo que la administración Trump ha debilitado las protecciones que ayudan a prevenir estas tragedias. De hecho, desde enero de 2017, la industria de combustible fósiles vive en un nirvana desregulador que ha dejado al público a merced del bombardeo tóxico de estos contaminadores. Que quede claro que el porcentaje de hispanos que vive junto a estas peligrosas instalaciones petroquímicas es un 60% mayor que la media nacional.

Un estudio del New York Times reveló que desde su llegada al poder, la administración ha debilitado o eliminado 84 protecciones, favoreciendo abrumadoramente los deseos de los contaminadores fósiles.

El Eliminador en Jefe de estas protecciones es el ex cabildero carbonero y actual administrador de la Agencia de Protección Ambiental (EPA), Andrew Wheeler, cuyo proyecto más reciente es acabar con los análisis científicos que evalúan el daño que causa la contaminación del aire. La meta de Wheeler es debilitar el Plan de Energía Limpia, la herramienta fundamental de Estados Unidos para cumplir con sus metas climáticas internacionales.

Según la misma EPA, el Plan de Energía Sucia de Wheeler contribuiría a las muertes prematuras de 1.400 personas al año, debido a males respiratorios y coronarios. Wheeler también está tratando de debilitar los Estándares de Mercurio y Toxinas en el Aire que protegen a mujeres embarazadas y niños pequeños contra los efectos de estos venenos.

Esta insidiosa narrativa —sucio, bueno; limpio, malo— es un desesperado intento de ocultar los verdaderos costos de los combustible fósiles. Según un reporte del Fondo Monetario Internacional, Estados Unidos gasta más en subsidiar los combustibles fósiles que en sus fuerzas armadas. En 2015, los subsidios directos e indirectos al petróleo, carbón y gas alcanzaron los $649 mil millones, mientras que el Pentágono recibió unos $600 mil millones.

El cálculo de estos subsidios incluye las llamadas externalidades de esta industria, incluyendo los descomunales costos de su contaminación a la salud nacional. El estudio también reveló que los subsidios mundiales a esta industria se elevaron a $4,7 billones (trillions en inglés). El FMI llegó a la pasmosa conclusión de que si se hubiera puesto un precio justo a estos combustibles, se hubieran reducido las emisiones climáticas en un 28%, y se disminuirían las muertes prematuras en el mundo en un 50%.

Y hablando del Pentágono, en un informe al Congreso advirtió que dos terceras partes de sus instalaciones esenciales son vulnerables a la crisis climática, concretamente la subida del nivel del mar y los incendios forestales.

Mientras la administración sigue con la cabeza firmemente enterrada en la arena alegando ridículamente que las turbinas eólicas causan cáncer, el avance de la economía de energía limpia continúa imparable. Cinco estados más Puerto Rico y el Distrito de Columbia, y más de 120 ciudades se han comprometido a generar un 100% de energía limpia, y varios proyectos de construcción de gasoductos han sido derrotados o intensamente confrontados en Carolina del Norte, Maryland, Nueva York, Virginia y Virginia Occidental.

En una economía en la que la energía limpia rápidamente se convierte en su prima ballarina, no hay espacio para prima donnas.

Plan de Nueva York para reducir un 30 % extra los gases del efecto invernadero

El alcalde de Nueva York, Bill de Blasio, anunció este lunes un nuevo paquete de medidas para lograr una reducción extra del 30 % de las emisiones de gases con efecto invernadero para el año 2030, y que se suma a otros proyectos medioambientales de la Gran Manzana anunciados recientemente.

La iniciativa, según explicó De Blasio, incluye inversiones y planes de acción por 14.000 millones de dólares, así como una batería de reformas legales, que se enmarcan en un amplio plan del alcalde, que ya ha lanzado varios proyectos dirigidos al mismo fin.

«Todos los días que esperamos son un día que nuestro planeta se acerca más al punto de no retorno», dijo De Blasio en la presentación del plan, antes de subrayar: «No hay tiempo que perder. Estamos tomando acciones ahora, antes de que sea muy tarde».

Nueva York lanza un plan para reducir un 30% las emisiones de efecto invernadero. Bill de Blasio, alcalde de Nueva York. EFE/Archivo.

El proyecto ha sido presentado bajo el lema «Green New Deal» (El nuevo pacto verde), el sello común con el que el Partido Demócrata pretende desarrollar un sistema de bienestar basado en la sanidad pública, el combate contra el cambio climático como prioridad y un alza de la tasa impositiva marginal al 70 %, desde el actual 37%, a las rentas de más de 10 millones de dólares. Un proyecto encabezado por la congresista neoyorquina Alexandria Ocassio-Cortez.

En este sentido, De Blasio hizo hincapié en que el paquete de medidas también hará frente a la desigualdad de los ingresos y promoverá la generación de decenas de miles de empleos bien remunerados reconstruyendo edificios y expandiendo las energías renovables.

Según un comunicado de la Alcaldía, el 10 % de las reducciones se conseguirá obligando a los grande edificios a introducir reformas para la mejora de la eficiencia energética y la reducción de las emisiones.

Asimismo, otro 6 % se espera reducir ampliando la energía de fuentes renovables, reduciendo la dependencia de los combustibles fósiles y la mejora de la eficiencia energética de todos los edificios.

Con estas nuevas iniciativas, el ayuntamiento calcula que las emisiones perjudiciales para el medio ambiente se verá reducida en un 40 % para 2030, con la meta puesta en el año 2050, para el que De Blasio prevé que la ciudad esté libre de emisiones contaminantes de carbono.

A principios de mes, la ciudad anunció la imposición de un peaje a partir de 2012 para los vehículos que accedan al centro urbano, con el fin de ingresar 1.000 millones de dólares anuales y reducir el uso del vehículo.

Asimismo, el pasado 18 de abril, Nueva York aprobó otro paquete de ambiciosas medidas para luchar contra el cambio climático, la principal de ellas, una reforma que obliga a ciertos edificios comerciales y residenciales en la ciudad a reducir sus emisiones de carbono.

Cifras récord para nivel y temperatura del mar debido al cambio climático

El nivel y el calentamiento de los océanos siguieron aumentando en 2018 hasta alcanzar niveles récord como consecuencia del cambio climático, según datos de la Organización Meteorológica Mundial (OMM).

La OMM, una de las ramas científicas de la ONU, dio a conocer este jueves su última Declaración sobre el estado del clima, que advierte de que las señales físicas y los impactos socioeconómicos del cambio climático son cada vez mayores.

sube nivel y temperatura del mar
Recurso de archivo. EFE/Kai Försterling

Año 2018

Ese documento, del que ya se había publicado una versión provisional el pasado noviembre, señala que el año 2018 registró la cuarta temperatura media mundial más elevada desde que existen datos.

Se trató, sin embargo, del año más cálido del que hay constancia de todos aquellos en los que se dio el fenómeno de La Niña, marcado por temperaturas más reducidas en el Pacífico.

Así, la OMM subraya que 2018 continuó con la tendencia al calentamiento.

Otros indicadores climáticos, como el calor oceánico, alcanzaron el pasado año nuevos máximos, rebasando el récord establecido en 2017.

Según la OMM, el contenido calorífico de los mares ofrece una medición directa de la acumulación de energía en las capas superiores del océano, donde acaba más del 90 % de la energía atrapada por los gases de efecto invernadero.

Nivel del mar

También siguió subiendo el nivel del mar, que en 2018 tuvo un nivel medio a escala mundial aproximadamente 3,7 milímetros más alto que en 2017, un nuevo récord.

La principal causa de este fenómeno es el retroceso de los mantos de hielo, según el informe de la OMM.

Durante 2018, la extensión de hielo marino en el Ártico se situó muy por debajo de la media y se mantuvo en niveles bajos sin precedentes durante los dos primeros meses del año.

La máxima extensión anual, que se dio en marzo, fue la tercera más reducida registrada en esas fechas desde que se empezaron a hacer estas mediciones en 1979.

En el caso de la Antártida, el hielo marino también estuvo entre los registros más bajos de los que hay constancia, mientras que la capa de hielo de Groenlandia aumentó gracias a una caída de nieve superior a la media, pero ello tuvo poco impacto en la tendencia a la reducción que se observa desde hace dos décadas.

La OMM, que habitualmente presenta este informe en Ginebra, lo dio a conocer este año en Nueva York, donde está en curso una reunión de países de todo el mundo en la que se discute, entre otras cosas, los preparativos de la cumbre sobre el clima convocada por Naciones Unidas para el próximo septiembre. EFEverde

En la cumbre de la ONU sobre cambio climático, la juventud es la que indica el camino

Por Amy Goodman y Denis Moynihan

Cerca de 15.000 personas se han dirigido a Katowice, en el corazón de la región carbonífera de Polonia, con motivo de la cumbre anual sobre cambio climático de la ONU. Este encuentro se llama “COP24” por ser la 24ª “Conferencia de las Partes” para las negociaciones sobre el cambio climático. Los esfuerzos para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y limitar el calentamiento global han estado en marcha desde la Cumbre de la Tierra de Río de Janeiro de 1992. Entre las personas que se congregaron en Katowice se encuentran dos jóvenes mujeres, del norte y del sur del mundo, que han decidido dedicar sus vidas a revertir la destructiva adicción de la humanidad a los combustibles fósiles; con suerte, antes de que sea demasiado tarde.

“Dado que nuestros líderes se están comportando como niños, nos toca a nosotros asumir la responsabilidad que deberían haber asumido ellos hace mucho tiempo”. Con estas palabras se dirigió al Secretario General de la ONU, António Guterres, la semana pasada, Greta Thunberg, una activista sueca por la justicia climática de 15 años de edad.

Greta comenzó a estudiar el tema del cambio climático cuando tenía 9 años. En una entrevista para Democracy Now! durante la COP24 dijo “[Con el tiempo] caí en una depresión. Sentía que vivir no tenía sentido porque todo estaba tan mal”. La joven dejó de comer y de hablar. Su padre, actor, y su madre, una cantante de ópera de fama mundial, dejaron de trabajar para quedarse con ella y la cuidaron durante este difícil período hasta su recuperación. La activista reflexionó: “Pensé que podía hacer mucho con mi vida. ¿Cuál era el punto de sentirse así, cuando en realidad podía hacer algo bueno?”

Greta tiene síndrome de Asperger. A causa de esto, ella expresó: “Yo funciono de una forma un poco distinta a los demás. Veo las cosas en blanco y negro. Entonces, supongo que pude ver el mundo con una perspectiva diferente”.

En agosto de este año, Greta comenzó una “huelga estudiantil”. Se manifestaba frente al Parlamento sueco en lugar de ir a clases. Después de las elecciones que se llevaron a cabo en Suecia en septiembre reanudó sus clases, aunque sigue haciendo huelga los viernes.

Kevin Anderson, reconocido científico experto en clima, tuiteó: “Sobre el cambio climático, Greta Thunberg demuestra más claridad y liderazgo en un solo discurso que las contribuciones a lo largo de un cuarto de siglo de los llamados líderes mundiales. La ignorancia deliberada y la mentira han dejado pasar un aumento del 65% en las emisiones de dióxido de carbono desde 1990. Es hora de entregar la batuta”.

Greta Thunberg se dirigió a una sesión plenaria de la COP24: “Nuestra civilización está siendo sacrificada en favor de que una cantidad muy pequeña de personas siga haciendo enormes sumas de dinero. Nuestra biosfera está siendo sacrificada para que las personas ricas en países como el mío puedan vivir en la opulencia. Es el sufrimiento de muchos el que paga los lujos de unos pocos”.

Joanna Sustento es una filipina de 26 años de edad que, como sobreviviente del cambio climático, conoce demasiado bien ese sufrimiento. En un video de Greenpeace Filipinas, Joanna describe lo que sucedió el 8 de noviembre de 2013, cuando el tifón Haiyan azotó su ciudad natal, Tacloban: “Tenía una vida feliz, un buen trabajo, buenos amigos y una familia maravillosa. Pero en cuestión de minutos, todo eso cambió”.

En una entrevista para Democracy Now! en Katowice, Sustento el relató: “El tifón Haiyan mató a más de 10.000 personas y dejó a más de 14 millones de personas sin hogar. Fui testigo de cómo mi madre, mi padre, mi hermano, mi cuñada y mi sobrino de 3 años fueron arrastrados por la marejada ciclónica. Quedamos mi hermano y yo para buscar los cuerpos de nuestra familia tras el paso de la tormenta. No logramos encontrar a nuestro padre ni a nuestro sobrino. Es difícil ser quien queda atrás. Tenemos que lidiar con todas las preguntas, el duelo, el dolor y el remordimiento”.

Joanna Sustento habló también sobre la iniciativa –primera en su tipo– que llevaron adelante en Filipinas para responsabilizar a las grandes corporaciones contaminantes, las llamadas “Gigantes del carbono”: “Shell, BP, Chevron, ExxonMobil, Suncor, Lukoil… hay 90 grandes corporaciones en todo el mundo, pero solo 47 de ellas están presentes en Filipinas. Esta petición fue presentada en 2015 por sobrevivientes del tifón, pescadores, agricultores y otras organizaciones ambientales ante la Comisión de Derechos Humanos de Filipinas para investigar a estas 47 empresas de petróleo, carbón y gas por su responsabilidad en las violaciones a los derechos humanos resultantes del cambio climático”.

Al igual que Greta Thunberg, Joanna Sustento está comprometida con la lucha por la justicia climática a largo plazo: “Veo que hay mucho poder en la gente. El pueblo tiene mucho poder para generar esa presión hacia nuestros gobiernos y corporaciones, para cambiar el sistema actual”.

Greta concluyó su testimonio ante la sesión plenaria del miércoles por la noche con las siguientes palabras: “Se han quedado sin excusas y se nos está acabando el tiempo. Hemos venido para hacerles saber que el cambio se producirá, les guste o no. El verdadero poder le pertenece al pueblo”.

En la COP24, celebrada en un centro de conferencias ubicado sobre una antigua mina de carbón, en una parte del mundo que ha sido testigo de los peores estragos de la guerra, los jefes de Estado reunidos aquí, así como sus representantes en las negociaciones sobre el cambio climático deberían escuchar las palabras de estas dos jóvenes sabias.

Los malos humos del combustible diesel

Por Javier Sierra – @javier_SC

Es un azote implacable que nos acompaña desde la niñez hasta nuestro último aliento. A nuestros niños los espera todas las mañanas en la parada del bus escolar. Si usted es adulto y usa el transporte público, también le está aguardando. Se trata del diésel, el combustible que alimenta la casi totalidad de los buses y camiones del país y le cuesta la vida a miles de personas cada año.

Según la Organización Mundial de la Salud, los humos del diésel causan cerca de 40.000 muertes anuales en el mundo, y los expertos calculan que en poco más de 20 años, las defunciones se acercarán a las 200.000.

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Foto cortesía de Getty Images

El hedor de este combustible delata su extrema toxicidad. Al quemarse, el diésel emite un peligroso revoltijo de óxidos de nitrógeno y azufre, que al reaccionar con otros compuestos de la atmósfera, genera el peligroso ozono de superficie, o smog, y la potencialmente mortal materia particulada.

Ese humo negro que emiten millones de vehículos contiene hollín, un componente básico de la materia particulada, la cual, debido a su tamaño microscópico, se aloja en los rincones más remotos de los pulmones. Esto puede causar ataques de asma, enfisema, males coronarios, cáncer y hasta muerte prematura.

Y si usted es hispano, esta crisis es especialmente grave. Un nuevo estudio de la Agencia Federal de Protección Ambiental (EPA) reveló que las fuentes de materia particulada impactan desproporcionadamente a comunidades de bajos ingresos y minoritarias.

El reporte confirma una vez más que continúa la historia de deplorable racismo ambiental e injusticia económica con respecto a la contaminación del aire en Estados Unidos, incluyendo lo siguiente:

  • Las personas que viven bajo el nivel de pobreza sufren un 35% más los efectos en la salud que la población en general.
  • Los no blancos tienen un 28% más de probabilidades de sufrir estas consecuencias que los blancos no hispanos.
  • Y los hispanos un 23% más de probabilidades que los blancos no hispanos.

“Es inaceptable que las comunidades minoritarias y las de bajos ingresos tengan que confrontar el impacto a la salud y la supervivencia debido a la contaminación de los combustibles fósiles», dijo Michael Brune, director ejecutivo del Sierra Club. “Aunque el status quo ya es terrible de por sí, la administración Trump trabaja hombro con hombro con contaminadores corporativos para acabar con muchas de las salvaguardas que protegen a familias, agravando aún más esta peligrosa situación”.

El principal culpable de este compadreo tóxico es el Administrador de la EPA, Scott Pruitt. Desde que llegó a esta agencia crucial para la protección de la salud pública, Pruitt ha trabajado metódicamente para destruirla, socavando programas que monitorean el efecto de la contaminación en los niños, diezmando casi 70 protecciones básicas de la salud pública, desmoralizando al personal de la agencia y convirtiéndose en el miembro más peligroso de la administración Trump.

Lo más indignante de esta situación es que las soluciones para mejorar el aire que todos respiramos ya existen. En el caso de la contaminación de diésel, la clave se llama vehículos de cero emisiones. Un bus alimentado por baterías eléctricas puede ahorrar más de 1.690 toneladas de dióxido de carbono anuales, sin emitir un gramo de gases tóxicos. Estos buses se pueden cargar en solo minutos y tienen una autonomía de hasta 4,5 horas de funcionamiento. Además cada uno de ellos puede ahorrar en su vida útil hasta $350.000 en gastos de mantenimiento.

Ciudades como Los Angeles y Chicago ya están adoptando estos buses. Es decir, nos están ahorrando los malos humos de sufrir este bombardeo tóxico.

La energía limpia es literalmente un salvavidas

Por Javier Sierra – @javier_SC

En la pelea contra la contaminación, la humanidad pierde al menos nueve millones de vidas cada año, especialmente en los países pobres que más contaminan. Así lo asegura el estudio más completo jamás realizado sobre los efectos de la contaminación industrial y de vehículos, el cual nos advierte que esta crisis global “amenaza la continuidad de la supervivencia de sociedades humanas”.
El reporte de la Comisión sobre Contaminación y Salud publicado en The Lancet agrega que la polución tóxica, incluyendo la del carbón, petróleo y gas metano, le cuesta a la humanidad $4,5 billones (trillions en inglés) anuales, un 6% del PIB mundial. Esto significa un pesado lastre que dificulta enormemente el desarrollo de las economías emergentes del mundo, incluyendo las de América Latina. Pero la situación puede ser mucho peor.

India - Contaminación

En India, la contaminación, como la procedente de la planta carbonera de Sasan, causa el 25% de las muertes. Imagen cortesía de Sierra Club.

“Realmente no comprendemos bien la cantidad de contaminación que no se ha incluido en este estudio”, dijo el Profesor Philip Landrigan, de la Escuela de Medicina Icahn de Mount Sinai, NY, y uno de los autores del reporte. “La cifra de nueve millones es casi con certeza muy inferior a la realidad”.
El conteo en cualquier caso es demoledor. Estos 9 millones constituyen una de cada seis muertes en el mundo. La inmensa mayoría de las muertes ocurren en los países pobres, como India, donde la contaminación se cobra el 25% de todas las defunciones anuales. El estudio también hace énfasis en el desproporcionado castigo que sufren las comunidades étnicas en países ricos, como los trabajadores agrícolas hispanos que laboran en los campos de Estados Unidos y que sufren graves daños a la salud debido al uso de pesticidas.
Los autores resaltan los avances que han permitido reducir la mortandad de la contaminación en los países ricos, indicando que esta es una «pelea ganable», siempre y cuando exista la voluntad política para hacerlo.

Pero estos no son los únicos costos de la contaminación de combustibles fósiles. En Estados Unidos solamente, la factura que nos pasa el cambio climático que esos combustibles provocan nos ha costado a todos unos $350.000 millones en 10 años. Un informe encargado de la Oficina de Contabilidad Gubernamental (GAO) detalla que estos costos provienen de asistencia a damnificados por devastadoras tormentas, inundaciones, incendios y sequías que se han visto acentuadas por la crisis climática.
La GAO agrega que en su estudio no se incluyen los gastos de las supertormentas que han asolado Puerto Rico y causado enorme devastación en Texas y Florida, y predice que para el año 2050 los costos de la crisis climática llegarán a unos devastadores $35.000 millones anuales.

La solución es la energía limpia, la cual salva un pasmoso número de vidas y ahorra astronómicas cantidades de dinero. Un exhaustivo reporte del Laboratorio Lawrence Berkeley concluyó que en Estados Unidos, desde 2007 a 2015, gracias al ascenso de las energías solar y eólica hemos ahorrado unos $56.000 millones en gastos de salud y $32.000 millones en costos climáticos, y evitado 7.000 muertes prematuras.
Mientras tanto, la energía solar continua pulverizando récords como la fuente energética más barata del mundo. El año pasado, el récord se estableció en México, donde una propuesta ganadora propuso ¢3,6 por kilovatio/hora. Este año, otra propuesta en Arabia Saudita lo ofreció a ¢1.79 por kv/h. Según fuentes citadas por Bloomberg New Energy Finance, “La energía solar ofrece la electricidad no subsidiada más barata en cualquier lugar y comparada con cualquier otra tecnología del mundo”.
Está claro. En esta pelea contra la contaminación y el cambio climático, la energía limpia es un salvavidas.

La marcha imparable de los pueblos

Por Javier Sierra – @javier_SC

Hay días en los que me regocijo de ser parte de la raza humana. El sábado, 29 de abril, fue uno de ellos, cuando marché con otras 200.000 personas en Washington, DC, para celebrar la unidad de los pueblos y razas en el combate contra el cambio climático.
En la Marcha Climática de los Pueblos también denunciamos los 100 peores días que ha sufrido el medio ambiente y la democracia de Estados Unidos en la historia reciente. Donald Trump se ha convertido en el enemigo público número uno del agua y aire limpios y del futuro de la atmósfera del planeta. En Washington y decenas de otras ciudades de todo el mundo, cientos de miles de personas denunciamos los abusos contra la Madre Tierra y sus habitantes más vulnerables.

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Indígenas de las Américas liderando la Marcha junto al actor Leonardo DiCaprio. Foto cortesía de Javier sierra.

Porque en sus 100 primer días en el poder, Trump ha dejado claro que los hispanos, afroamericanos y el resto de las comunidades más en peligro de la contaminación tóxica y la crisis climática no contamos en sus planes de destrucción ambiental. Un día antes de la marcha, la Agencia de Protección Ambiental (EPA) eliminó la página sobre la ciencia climática de su sitio de Internet, mandando un nuevo mensaje que el consenso climático mundial no tiene cabida en su administración negacionista.
La EPA, de hecho, se ha convertido en la víctima propiciatoria de los desmanes ambientales de la administración. La propuesta de Trump reduciría el presupuesto de la agencia en un 25%, eliminaría 3.000 empleos y desmantelaría entre otros muchos programas la oficina de justicia ambiental. Esa es la entidad encargada de aliviar el bombardeo tóxico al que son sometidas cientos de comunidades hispanas y de otros grupos de bajos ingresos de todo el país.

Recordemos que el grupo poblacional más vulnerable a la contaminación de combustibles fósiles son los inmigrantes hispanos que no hablan inglés. “Los peligrosos contaminantes del aire pueden causar cáncer y otros defectos congénitos graves”, indica un estudio de la Universidad Estatal de Washington. “La mayoría procede de automóviles y fuentes industriales como factorías, refinerías y plantas de combustión de carbón”, agrega.
“Eliminar el programa de justicia ambiental de la EPA es simplemente racista”, dijo John Coequyt, director de la Campaña Climática del Sierra Club. “No puedo describirlo de ninguna otra manera excepto que es una decisión para dejar a todas estas comunidades atrás. No se me ocurre ninguna otra justificación más que el racismo”.
Hemos presenciado cómo la Administración Trump se dispone a eliminar las protecciones del agua y aire de las que la salud de todos depende para proteger empleos. Esto lo repitió Trump una vez más el día que anuló la prohibición de verter residuos carboneros en los ríos y lagos del país, ignorando que el sector energético que más empleo genera es el limpio y renovable.

Trump y su obsesión pro-carbonera se parecen al Quijote atacando los molinos de viento. Según Bloomberg New Energy Finance, el declive del carbón es “irreversible” y la energía solar se ha convertido en la manera más barata de generar electricidad en todo el mundo. Además, las inversiones en fuentes renovables ya duplican a las de energías sucias y su crecimiento en Estados Unidos es “imparable”, según BNEF.
Tan imparable como los cientos de miles que participaron en la Marcha Climática de los Pueblos encabezados por la gente que más nos jugamos en la pelea contra la crisis climática.

Ciudades con innovaciones verdes

Por Inés Fernández Llanes – @fedezllanesines

Todas las ciudades tienen la posibilidad de ofrecer algo positivo al planeta. Si se tiene en cuenta el I+D+i se puede contribuir al desarrollo del conocimiento en el mundo. En el plano medioambiental, las ciudades pueden participar en la adaptación y mitigación al cambio climático y a que los países cumplan con los compromisos adoptados en los acuerdos sobre el clima.

Existe una rama de las finanzas que cuenta con una constante innovación y tiene las herramientas para financiar la investigación, la tecnología y las diferentes políticas sostenibles. Se trata de la financiación del carbono cuyos instrumentos permiten que la innovación verde se extienda a países en desarrollo o incluso que se genere en ellos.

En Copenhague se llevó a cabo la práctica diaria de “ola verde”. Esta idea consiste en viajar a una velocidad constante por las avenidas principales de la ciudad sin parar para estimular el uso del coche o la bicicleta. El transporte, al no encontrarse con semáforos en rojo o parones no tiene que detenerse de forma que se reducen las emisiones de humos, partículas finas y óxidos de nitrógeno en puntos concretos de las calles y se consigue un gran ahorro en combustible.

España también aporta ideas en esta área. Vitoria obtuvo el premio de capital verde europea en 2012. Entre sus medidas destacó el Cinturón Verde que rodea la ciudad el que se empezó a crear a base de recuperar descampados, áreas quemadas y humedales. Esta actividad destacó por la contribución y compromiso de los ciudadanos.

Por su parte, el municipio de Bilbao destacó en el informe de la Agencia Europea de Medio Ambiente por su adaptación al cambio climático con un proyecto de financiación mixta para la reconversión de inundaciones. A su vez, Euskadi supone el único centro de investigación sobre el cambio climático del sur de Europa con relevancia internacional.

Los seres humanos, sus hábitos, las ciudades y la conciencia deben de adaptarse a cambios sostenibles para proteger al mundo y a la naturaleza. Compartir conocimientos, plantar un árbol, imprimir a doble cara o usar la bicicleta pueden parecer acciones insignificantes pero suponen un respiro para nuestro planeta.

Adriana Guerenabarrena, economista de la energía, apunta “El cambio climático se nos echa encima y se nos ha hecho tarde para dedicarnos a buscar culpables: más que distinguir niveles de responsabilidad, hay que distinguir oportunidades”.

La feroz resistencia a la que se enfrenta el negacionista Trump

Por Javier Sierra – @javier_SC

Mientras el mundo presencia aterrado las consecuencias de la primera semana de ese descarrilamiento llamado la “Administración” Trump, otra amenaza toma forma entre bastidores. Las petroleras ganaron la elección de 2016 y ahora se relamen al ver el tamaño del botín tras haber colocado al Quién Es Quién del negacionismo climático en el gabinete de Trump.

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Foto cortesía de Javier Sierra

Rex Tillerson, ex CEO de ExxonMobil, es el nuevo secretario de estado, pese a que su experiencia diplomática consiste en agasajar a varios de los déspotas más crueles del planeta. Con su amigo Vladimir Putin firmó un acuerdo petrolero por valor de $500.000 millones, hasta que el ex Presidente Obama lo anuló imponiendo sanciones contra Rusia tras la invasión a Ucrania.
Scott Pruitt es el nominado para dirigir la Agencia de Protección Ambiental (EPA), contra la cual se querelló 14 veces como procurador general de Oklahoma. Rick Perry, ex gobernador de Texas y frustrado embajador petrolero ante el mundo, pretende dirigir el Departamento de Energía que él mismo quiso eliminar hace años.
La lista de desmanes crece diariamente, incluyendo el reciente anuncio de que Trump emitirá una orden ejecutiva para abandonar el Acuerdo Climático de París. En el gabinete de Trump, todos los gallineros tienen su zorro vigía. Y entre todos amenazan con imponer la más tenebrosa caquistocracia.
Las petroleras pueden haber ganado la elección, pero están perdiendo la batalla por el futuro energético mundial. Como dice el ex Presidente Obama, la economía de energía limpia avanza imparable por todo el planeta.

Costa Rica, por ejemplo, extrajo prácticamente toda su energía en 2016 de fuentes renovales. Y en Gran Bretaña, la energía eólica superó a la carbonera por primera vez en la historia. No es de extrañar que en 2016, internacionalmente 16 petroleras y gaseras se declararan en bancarrota, mientras que en 2012, ninguna lo había hecho.
Y aquí en Estados Unidos, las energías solar y eólica han creado 12 veces más empleo que cualquier otro rubro de la economía. Un estudio del Fondo de Defensa Ambiental agrega que el sector de sustentabilidad energética emplea a 4,5 millones de trabajadores, en empleos que no se pueden exportar. De hecho, según el Departamento de Energía, la industria solar emplea a más trabajadores en la generación de electricidad que la petrolera, carbonera y gasera juntas. Y por más que los negacionistas busquen hechos alternativos, la realidad es que el año pasado el 60% del crecimiento energético en Estados Unidos vino del sol y el viento, unos 24.000 megavatios.
El costo de negar estos hechos —económica y climáticamente— sería catastrófico. Mientras que Trump amenaza con abandonar la energía limpia, China creará 13 millones de empleos e investirá $360.000 millones en este sector para el año 2020.
Los científicos nos advierten que para evitar las peores consecuencias del cambio climático, tenemos que dejar al menos 2/3 partes de las reservas de combustibles fósiles en el subsuelo. Aún así, Trump resucitó los proyectos que construirían los oleoductos Keystone XL y Dakota Access, dos ideas tan descabelladas como innecesarias que solo beneficiarían a las petroleras que las defienden.
Entre nosotros los hispanos, el apoyo a la economía de energía limpia es más que abrumador. Una reciente encuesta de Green Latinos y el Sierra Club indicó que casi el 90% de los votantes hispanos apoya el Acuerdo de París y el 82% el Plan de Energía Limpia que lo cumpliría.
Trump se empeña en actuar como el único líder del mundo que niega la ciencia climática. En su primera semana en la Casa Blanca, sin embargo, ya se ha dado cuenta que la resistencia a la que se enfrenta es feroz.

* Nota: La opinión de los columnistas no necesariamente es la opinión de éste medio de comunicación. Las opiniones son de pura y exclusiva responsabilidad del columnista.